Porque estamos en la misma dimensión y sucedemos en dos tiempos anacrónicos, en el tuyo cada segundo se trata de alargar tan lentamente, estirando sus extremidades en un esfuerzo de trapecista, mientras mis números pasan tajantemente inexorables el uno sobre el otro como una rueda, que no deja de correr ante la fuerza asombrosa de un titán que la ha empujado, y así tu vida corre en una realidad de primer plano en donde ni recordarás el olvido y en cada paso te olvidarás del recuerdo, mientras yo y Peterson nos acordamos el en su piano y yo en esta notita de tinta oscura que hiere con su pulso la hoja, como ami el recuerdo que se convierte en mi única realidad y así tu y yo vivimos dentro de la misma dimensión pero tu del otro lado de la hoja y yo rondando justo la definición de cada frase tuya en este lado inverso de la hoja, de la única forma en que un infinito comprende al absoluto, como sustenta en su pequeña realidad la levedad de su existencia, y entonces, pasa mi tiempo y no así el tuyo y se antela a la muerte el primero viviendo en la memoria del segundo, segundo que yo aprovecho para recordar y tu para olvidar...

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El hombre perdido entre algo que no encuentra que no existe,

y que sin embargo lo llena de magia, lo completa, se pierde...

 

Muere en ese instante enajenado, se come vivo en esa infinita nada..

 el que desde la nada vive, nada necesita..