miércoles, 8 de abril de 2009

De creencias y absurdos..

La forma esencial de creencia, es, en si misma, un vacio, un espacio, que para asimilarse tiene que reconstruirse, esa reconstrucción es siempre necesariamente un absurdo, para asumir ese absurdo cimientos de lógica en una estructura de absurdo se encarnan, cuando la ideología se encarna constituye una forma de ser-en-el-mundo, el problema de este absurdo es que para afirmarse tiene siempre que evolucionarse, cambiar de forma, amarrarse con otros pensamientos anidarle ramas que crezcan en él al sostenerse, el principio de realidad en esta base se sustenta, lugar por donde camina este ser-en-el-mundo que determina su continua respuesta en otro, al igual que el deseo siempre es el deseo del otro como dijera Lacan, este otro encarnado en el sujeto, a el pertenece esta lógica simbólica, desde este planteamiento se vislumbra, la forma en que ese yo sucede, un yo que se sustenta en el absurdo es un yo desde el principio errado, un yo al que cada conclusión que le construye se legitima absurdamente.

Siempre se perece por el yo que se asume..

Grande maestro Cioran cuanto nos has enseñado?, que fuera yo sin la gran cantidad de ilusiones que asume, y el asumirlas asumo, quizás sin significados vagando y tentándolas en un hilo delgadísimo de posibilidades cambiantes, al fin al cabo fantasías, o ilusiones de "un-ser" que acumula formas hasta el ultimo segundo de su vida, pero "un-ser" que para entendersele es "un-ser" y no todo los que es o mejor dicho lo que no es nunca, lo que nunca llega a ser, que no es hasta que deja de ser, y de nuevo se escapa, jabonosamente, en esa división de miles partes, pero que es miles cuando la división deja de ser temporal, y ni siquiera hay tiempo, si el ser no es, o si cada siempre quiere ser o si nunca es, siempre buscando ser entonces si es imposible la pregunta cuando es, tambien es imposible el tiempo es cuando?, y entonces el ser se pierde en esa incomensurable nada que es siempre querer ser y nunca ser o de otra manera, ser a cada instante perdiendo su ser siempre.